jueves, 21 de marzo de 2013

Capitulo 1

.uno una unos.
.unamosnos.
.de un punto a otro.

Se eligieron como se elige para comer entre fruta y cereales y tostadas en una mañana intrascendente donde lo que seguía no era mas que un mediodía sin expectativas claras que se convertiría antes de que se dieran cuenta en una tarde cualquiera sin esperanza de que algo cambie de ahí a la noche la noche que de un momento a otro llegó y se tiró sobre sus cuerpos que cansados de tanto sostenerla se dejaron caer con ella en una cama que nunca se hizo en una mañana que no hubo tiempo ni para eso ni para nada

Se conocieron en ese comienzo de vida. Se miraron a través de un amanecer cualquiera diría un cualquiera que miro esa situación. Pero ellos sabían que esa mirada estaba lejos de los cualquieras, esa mirada venia de lejos y volvía a estar hoy, tan cerca. Se miraban y se elegían, cada segundo que pasaba se confirmaba mas, el rio era testigo y las risas y la música que en el fondo de ese pasto vivían, parecían tan absurdas. Disfrutaron esa desicion, aunque era mas que una desicion, era saber a través de sus ojos, el futuro. La duda parecio no existir por largos minutos, cuando lo sabes, la duda parece no haber tenido sentido nunca.
Se eligieron, lo demás es presente. Su historia es pasado. Lo que viene es futuro.
Claro, ojalá fuese tan fácil el tiempo. Ojalá lo fuese para ellos. Empezó como un juego, una búsqueda sin saber si tenia algún fin, algún sentido, pero el tiempo se encargo de entretenerlos y enredarlos pensando en el tiempo, tanto tiempo se pasaron que su vida empezó a girar en base al concepto del tiempo, dentro del tiempo. Mientras tanto.. el tiempo siguió pasando y ni cuenta se dieron.


Una mañana, o un mediodía mientras las nubes tapaban el sol en un otoño invernal que se pintaba de aburrido y melancólico, el; sentado en una silla en el jardín mientras observaba detenidamente las flores y sus sombras a ver si lograba resolver algo de todo este problema que a penas los dejaba dormir; se mojo los labios con la lengua y le dijo: Que queres hacer?
Ella veía fotos de ellos de hace cuatro inviernos y se detenía largos minutos a observar cada detalle, cada mirada, queriendo encontrar algo. La pregunta la distrajo y perdiendo la mirada en la foto le pregunto; Ahora o en la vida?
Desconcertado giro y la miro viendo su melancolía ya aburrida y trillada con la que le gustaba jugar mientras miraba esas fotos. Igual así, lo conmovió con su pregunta pero sin aumentar la nostalgia le dijo
Ahora.
Ah.. podemos almorzar, dijo ella con esa duda que le carcomía la mente pero mostrando desinterés en su propuesta casi indecente.
El giro y la miro. Almorzar. Esa palabra tan exquisita y esclavizadora tenia que usar. Sabia que lo hacia para perturbarlo, o acaso la perturbación ya jugaba con ellos que eran cautivos de ella.

No, no sabían la hora y esa nube y ese frío ya jugaban para la perturbación. La hora natural siempre se conoce, quiza porque somos parte de ella, y asi lo entiende el cuerpo pero era mas que eso, le molestaba las costumbres, le molestaba la palabra, el encierro de una accion en base a un concepto, una histeria estupida. En la casa ya no había relojes, hace mas de dos años. Fue uno de esos días malos. Ella se levanto, serian las nueve diez de la noche y con las sabanas puestas salió de la cama y en dos movimiento, rompio el inocente despertador , que ni había sonado. Camino lento y casi con preocupación en su cara, tenia una respiración acelerada, que molestaba. Fue a la cocina y el reloj principal, antiguo y pintado por su abuela voló hacia la puerta de entrada destrozándose en cuatro pedazos. Ese dia el tiempo se partio. Pero a su manera y no la del planeta
El leía en el sillón y a penas se le pestañearon los ojos con el golpe. Suspiro y siguió leyendo.



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